top of page

Miedos Nocturnos

  • Eliott GM
  • 23 ago 2016
  • 3 Min. de lectura

A veces durante la noche, despierto, miro a mi alrededor, respiro y percibo que algo no anda bien, una sensación de malestar me posee, inestable, irracional, únicamente inerte ahí conmigo.

Sé que no tengo motivos para sentirme así, sin embargo no puedo controlarlo.


Ya es tarde para recuperar mis sueños, sin embargo trato y trato, pero no se va. Pienso cosas buenas, en atardeceres y otros placeres, y no, no logro evadir esa sombría sensación, al principio llegaba a desesperarme a tal grado que necesitaba encender la luz, quizás algo de música, ¡no! Incluso la música que usualmente me aleja de todo me provocaba ansiedad en esos momentos.


Pedí ayuda y la recibí, miles de consejos, que no me funcionaban a mí cómo beber leche caliente, cerrar las entradas de aire frío, ya saben, consejos que seguramente a alguien si le daban resultados, pero no a mí.


Entonces decidí únicamente abrir los ojos, dejarme sentir qué sucedía en realidad, contemplar mi miedo directo a los ojos, sin tratar de darle explicación, debo admitir que fue igualmente aterrador, mis latidos se aceleraban igual, aun así decidid continuar, tal vez debido a mi gusto por lo enfermo, pero más por impotencia de saber que algo pasaba en mí y no tenía la capacidad de llegar al fondo.


En las sombras de las paredes que contienen mis gitanas camas, logré entablar un dialogo con él, un cumulo de temor con algo de enojo e inseguridad, era yo mismo, evidentemente. Visto desde mi propia maldad, un siamés emocional interno, paralelo, que no me permito sacar en la normalidad. Pero uno no puede escapar de sus propios vacíos y menos cuando crecen tanto, al desborde descontrolado que toma una vida para crear.


Quise matarlo, asfixiarlo, degollarlo, hacerle daño para que se fuera, pero era tan resistente, casi mágico. No pude eliminarlo, aunque en momentos no se dejaba ver, sabía que tintineaba por ahí recolectando los pedazos que le quebraba, que me quebraba.


Pasaron años, lagrimas, dolores, pero él no. Él siempre volvía al punto de encuentro, y yo, bueno yo escondiéndome bajo la sabana, como me habían enseñado a protegerme del mal nocturno.


Fue cuando ya no pude más, me doblé ante él, mis rodillas hipotéticas tocaron el suelo y mis ojos cerrados por fin le vieron, él también había cambiado, los años no pasan en vano, aún para las sombras. Enfoqué, más, más, hasta que pude ver sus ojos, insertados en los míos, está vez era diferente, mi temor seguía, pero había algo ahí que no estaba antes, decidí tomar sus ásperas manos, abrazarlo, su piel era hiriente, quemaba, pero también me hacía sentir bien, malicioso, perspicaz, no sé, seguramente desvarío.


Hablamos por eternidades que solo en las madrugadas se perciben, no era malo, no era horrible, era magnifico, consciente, hermoso, más que hermoso era, cómo dije antes, yo.


Todo este tiempo, me acosaba desde fuera, porque no pude integrar esa parte que me hacía sentir culpable, aceptar mi maldad era algo que no podía permitir, creo que es lo más difícil que he pasado en mis interiores. Pero sucedió, a tiempo, en tiempo y con tiempo. Le dejé pasar en partes, las partes que me dejé experimentar, algunas más crueles que otras, pero todas complicadas sin duda.


Poco a poco, mi miedo desapareció, a veces lo extraño porque lo sentía acompañándome, externo, como una especie de amigo, podía platicar con él sin sentirme juzgado, y aunque me causaba tinieblas, a su vez me parecía una obscuridad resplandeciente que se alimentaba de mí. Sin embargo sé que lo dejé pasar a dentro, al grado de la aceptación de mi umbral siniestro.


Con esta puerta abierta, se abrieron cien más, pude ver con claridad tantas cosas que antes creía ver, pero no. No pude ver hasta que deje de ignorar las partes de mí que no quería ver.

Entonces se fue, se fue conmigo y lo llevo en todo momento, aunque no siempre hablamos, su calor frío me recorre la espalda en esos momentos cuando quiere salir, le dejo hacerlo y juntos pasamos por momentos que solo él y yo sabemos. Y así está bien.



 
 
 

Comments


Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags

©2023 por Eliott GM. Creado con Wix.com

bottom of page