Todos buscamos algo que sea más grande que nosotros. Yo tengo la fortuna de dedicarme a imaginarlo.
- Oliver Molar Cruz
- 16 ago 2016
- 2 Min. de lectura
En el último año he aprendido que la disciplina muchas veces existe como sustituto de la motivación, por eso trato de siempre despertarme con la frase anterior y recordar cada mañana al despertar “quién soy y qué hago”, porque es justo eso lo que te ayuda a mantener como una constante la identidad que representas ante ti y ante el mundo.
Soy Oliver Molar Cruz, estudiante de Mercadotecnia y Publicidad en la universidad CENTRO. Diseño / cine / tv, pero me autodenomino no como un artista sino como un diseñador apasionado por el arte y siempre obsesionado por permanecer inspirado.
Desde pequeño vivo fascinado por las artes escénicas y la música, y a pesar de que nunca he tenido la oportunidad de dedicarme de lleno a alguna de estas dos disciplinas vivo con el sueño de algún día trabajar para el Cirque du Soleil.

Y es así como pasó mis días, imaginando qué sería del mundo si yo tuviera superpoderes o cómo se vería Chapultepec lleno de jacarandas. Es por eso que aprecio cada momento de mi imaginación, la mayoría de las veces solo. No hablo de la soledad como una situación depresiva sino como un estado de autoconocimiento, el cual es vital para sobrevivir en este mundo en el que se cree que el dinero va en primer lugar.
Quisiera aclarar que no soy anticapitalista, porque amo comprar y soy mercadólogo, pero si estoy consciente de mi lugar en la sociedad y de lo lejos que podría llegar y de lo grande que podría ser; simplemente el dinero no es mi prioridad, mis emociones sí, pero también sé que debo comer. Creo que ese es justo el gran problema de las personas de mi generación, es decir, de los artistas y diseñadores de mi generación: llega un punto en nuestra vida profesional en el que nos damos cuenta que el dinero no puede ser el equivalente a una pieza llena de emociones, de recuerdos, de canciones y de pensamientos; es un momento en el que le das más valor a aquella persona que se detuvo a preguntar “¿Por qué usaste ese color?” que a quien simplemente pagó.
Soy una persona que ama la ciudad y la noche, y que cree que la mezcla de ambos es lo más inspirador que pueda existir, lo cual fue una de mis grandes motivaciones para comenzar a estudiar Arquitectura, profesión que amo con el corazón, pero que lamentablemente la práctica me decepcionó. A partir de esto he dedicado mi vida al pensamiento y al proceso de materialización del mismo: explorando, arriesgando, escuchando, hablando, caminando, pero sobre todo “sintiendo”.
¿Qué expectativas tengo de “Cultura para todos”? Yo visualizo este gran proyecto como una fuente de información de alta fidelidad y calidad en sus artículos, los cuales tienen la finalidad de explicar al mundo lo que es la cultura en sus diferentes formas de expresión de la forma más digerible a partir de diferentes puntos de opinión, ya sea mío o de mis compañeros colaboradores; porque lo que tenemos que tener en cuenta es que la cultura, en general, es de todos y para todos, y nosotros nos encargaremos de proporcionarla a cualquier curioso, creativo o artista con hambre de conocimiento y cultura.
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